Ibagué, Tolima. Septiembre 30 de 2020. Es de las primeras que llega a la obra. Desde las seis de la mañana, apoya los controles de seguridad industrial y salud ocupacional requeridos para iniciar labores en tiempos de pandemia. Luego, vienen las liberaciones del concreto que llegó el día anterior. También, reúne las remisiones de la obra, las planillas que deja hechas la anotadora, los reportes diarios de los operadores de maquinaria, volquetas y camionetas y “reviso que no tengan tachones ni enmendaduras, para que mi jefe los pueda firmar”, dice.
Así empiezan las jornadas laborales de Fanny Díaz, una tolimense de 40 años que, al igual que otros 516 trabajadores directos e indirectos, hace parte de las obras de la segunda calzada entre Ibagué y Cajamarca, que se encuentra en etapa de construcción y presenta un avance del 44%.
Fanny —o ‘la señora Fanny’, como le dicen— es actualmente inspectora y coordina las labores de los ayudantes de obra, todos hombres.
“Mujeres somos menos, pero eso no representa algo malo. Uno se hace respetar en la forma en la que trata a las personas, hablándoles de buena manera”, dice Fanny, oriunda de Santa Isabel, un municipio al norte del Tolima.
Fanny está ubicada en el tramo 2, en inmediaciones del barrio Boquerón de Ibagué, pero visita frecuentemente todos los frentes de la obra. Este proyecto de Cuarta Generación (4G), concesionado por la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), “avanza a buen ritmo y reducirá en casi la mitad del tiempo el recorrido entre Ibagué y Cajamarca, complementará la conectividad del Tolima y mejorará el transporte comercial hacia los puertos del Pacífico”, según explica el Vicepresidente de Gestión Contractual de la ANI, Luis Eduardo Gutiérrez.
En 2016, Fanny ingresó al proyecto de construcción como controladora vial y pasados seis meses ya era anotadora, llevando el control de los materiales que ingresan y salen de la obra. En ese cargo duró cerca de un año, hasta que uno de los ingenieros le dio la oportunidad de llevar el control de los viajes que hacen las volquetas.
“A él le gustó mucho mi trabajo, porque soy muy organizada; luego, me permitió ascender al cargo de inspectora de obra y ahora es mi jefe”, dice.
En este nuevo rol sigue llevando el control de los materiales que entran y salen, pero ahora se fija —por ejemplo— en las cantidades de concreto y en lo que se debe fundir, también en programar las densidades, en reportar las novedades y en que se entregue todo a tiempo.
“Ahora estoy estudiando construcción de vías en el Sena. Aquí hay buenas oportunidades de empleo y tenemos posibilidades de crecer y de hacer carrera. Mi jefe me enseña bastante. Antes, nunca había estado en una obra y —al principio— fue duro, pero aquí estoy y me encanta lo que hago”, asegura.
Fanny vive con su mamá, sus hermanos y su hija de 12 años en la capital del Tolima. La estabilidad laboral que le genera la obra le ha permitido proyectarse hacia futuro y continuar su formación educativa para seguirle aportando al proyecto IP GICA desde otros roles.
De esta manera, demuestra que —para ella— no ha existido ese llamado ‘techo de cristal’, esa barrera invisible que impide a las mujeres ascender en entornos laborales, y que desde la Agencia Nacional de Infraestructura le apuestan a ello.
Radiografía del corredor
El proyecto IP GICA (Girardot-Ibagué-Cajamarca) consiste en la construcción de la segunda calzada entre Ibagué y Cajamarca. Actualmente, el tramo entre Combeima y el Valle del Cocora (UF1) presenta un avance ejecutado del 93,72% y un avance programado del 95,67%. Esta unidad funcional cuenta con una longitud de 15 km.
Adicionalmente, se desarrolla la construcción de 20 puentes donde 19 de ellos ya están totalmente construidos.
Una de las obras emblemáticas de esta unidad funcional es el diseño y construcción del puente 20, una estructura que se encuentra sobre el río Coello. Cuenta con una altura promedio de 120 metros en la parte más alta y una longitud total de 838 metros.
Vale la pena mencionar que, durante el desarrollo de esta unidad funcional y gracias a la buena gestión social que realizó el proyecto, se pudo ejecutar con éxito el plan de reasentamiento de 182 unidades familiares, las cuales fueron reubicadas, ofreciéndole así mejor calidad de vida a esta comunidad.
El tramo entre Boquerón y el Valle del Cocora, el cual hace parte de la UF2, inició su construcción el pasado mes de abril en los sectores 2 y 3 que corresponden a la calzada derecha, registrando a la fecha un 43% de avance. Con esta calzada, se conformará la variante Boquerón con aproximadamente 6 km de longitud.
En este sector se adelanta la construcción de un puente similar al puente de Coello (puente 20), ubicado paralelo a este, con una longitud de 833 metros.
Por su parte, el tramo entre Coello y Cajamarca se encuentra en elaboración de estudios y diseños, contará con la construcción de varios túneles, permitiendo así reducir tiempos de viaje y costos de operación.